GÉNERO:SALSA
Salsa
es el término «comercial» usado desde finales de los años sesenta para definir
al género musical resultante de una síntesis de influencias musicales
africanas, puertorriqueñas, venezolanas, cubanas, jamaiquinas, brasileñas,
dominicanas y colombianas con otros elementos de música caribeña, música
latinoamericana y jazz, en especial el jazz afrocubano y el jazz brasileño. La
salsa fue desarrollada por músicos de origen «hispano» en el Gran Caribe y la
ciudad de Nueva York. La salsa abarca varios estilos como la salsa dura, la
salsa romántica y la timba.
Historia:
Durante
los años treinta, cuarenta y cincuenta, la música afrocubana era consumida
ampliamente por los sectores de origen «latino» (‘latinoamericano’) en la
ciudad de Nueva York. Los cubanos en Nueva York, los puertorriqueños y otros músicos
de otros países, fundamentan su música en gran medida en los elementos de
origen afrocubano.
Según
algunos músicos e historiadores,[¿quién?] salsa es un nombre comercial dado a
toda la música cubana en los años setenta. La salsa se expandió a fines de los
años setenta y durante los ochenta y noventa. Nuevos instrumentos, nuevos métodos
y formas musicales (como canciones de Brasil) fueron adaptados a la salsa.
Nuevos estilos aparecieron como las canciones de amor de la salsa romántica.
Mientras tanto la salsa se convirtió en parte importante de la escena musical
en Cuba, Puerto Rico, Colombia, Perú, República Dominicana, Venezuela, Panamá y
lugares tan lejanos como Japón. Con la llegada del siglo XXI, la salsa se ha
convertido en una de las formas más importantes de la música popular en el
mundo.
Orígenes
e instrumentación
La
integración de las tumbadoras y el bongo en los conjuntos que tocaban son
montuno fue un elemento fundamental en la instrumentación de orquestas de
baile.
A
fines de los años veinte, los sextetos y septetos de son, que usaban bongó,
alcanzaron en Cuba una notable popularidad. En 1928, Gerardo Machado con la
intención de reducir la influencia de los elementos africanos en la música
cubana, prohibió el uso del bongó, las congas y las comparsas de carnaval. Esto
provocó que las orquestas de charangas con el uso timbales) incrementaran su
popularidad.6 El bongó fue reintroducido en la música popular cubana a finales
de los años treinta.[cita requerida]
Cerca
de 1940, el Conjunto Llave (de Rafael Ortiz) introdujo las tumbadoras o congas
en una orquesta,[cita requerida] instrumentos que anteriormente solo se usaban
en música folclórica afrocubana. Arsenio Rodríguez popularizó el uso de las
congas al integrarlas a su conjunto, introduciendo el son montuno a nivel
comercial.7
En
los años cuarenta, Mario Bauza, director y arreglista de la orquesta de Machito
«Los Afro-Cubans», agregó trombones al son montuno y la guaracha. Estas
innovaciones influenciaron a músicos como José Curbelo, Benny More, Bebo Valdés.[cita
requerida] En el álbum Tanga (de 1943), Bauza fusionó elementos de la música
afrocubana con el jazz.
La
influencia del jazz afrocubano y del mambo desarrollado por Pérez Prado en
1948, propició la introducción del saxofón en las orquestas de son montuno y
guaracha. En 1955, Enrique Jorrín le agregó trompetas a las orquestas de
charanga, que hasta ese momento solo usaban violín y flauta.[cita requerida]
Ya
para los años cincuenta, la música bailable cubana, es decir el son montuno, el
mambo, la rumba y el chachachá, se constituyó en un elemento de gran
popularidad en los Estados Unidos y Europa.5
En
la ciudad de Nueva York, el «sonido cubano» de las bandas se fundamentó en los
aportes de músicos cubanos, puertoriqueños y dominicanos. Como ejemplo, podemos
mencionar a Machito, Tito Rodríguez, Johnny Pacheco, Tito Puente o incluso
figuras como el director catalán Xavier Cugat. Por otro lado, y ya fuera del círculo
de Nueva York, grupos como la Orquesta Aragón, la Sonora Matancera y Dámaso Pérez
Prado y su mambo lograron una importante proyección a nivel internacional.5
El
mambo fue influenciado por el jazz afrocubano y el son. Las grandes bandas de
este género mantuvieron viva la popularidad de la larga tradición del jazz
dentro de la música latina, mientras los maestros originales del jazz se
circunscribieron a los exclusivos espacios de la era del bebop.8
La
música latina interpretada en Nueva York desde 1960 fue liderada por músicos
como Ray Barretto y Eddie Palmieri, los cuales estaban fuertemente
influenciados por ritmos cubanos importados como la pachanga y el chachachá.
Después de la crisis de los misiles en 1962, el contacto cubano-estadounidense
decayó profundamente.8
En
1969 Juan Formell introdujo el bajo eléctrico en los conjuntos soneros de
Cuba.9
El
cuatro puertorriqueño fue introducido por Yomo Toro en la orquesta de Willie
Colón[cita requerida] en 1971 y el piano eléctrico en los años setenta por
Larry Harlow.[cita requerida]
En
los años setenta se incrementó la influencia puertorriqueña en el ámbito de la
música latina en Nueva York y los «nuyoricans» pasaron a ser una referencia
fundamental. La palabra salsa para designar la música hecha por los «latinos»
en Estados Unidos, comenzó a usarse en las calles de Nueva York a finales de
los años sesenta y principios de los setenta. Por esta época, el pop latino no
era una fuerza importante en la música que se escuchaba en Estados Unidos,
habiendo perdido terreno frente al doo wop, al R&B y al rock and roll. En
ese contexto, el surgimiento de la salsa abrió un nuevo capítulo de la música
latina, especialmente en los Estados Unidos.
CARACTERÍSTICA:
Ritmo:
Utiliza como base la clave de son, el patrón rítmico del son cubano, que puede
ser 2-3 o 3-2.
Melodía:
En muchos casos las melodías usadas en la salsa se corresponden con las
empleadas tradicionalmente en el son montuno aunque puede asimilarse también a
otros géneros de la música cubana y caribeña tradicional, inclusive melodías de
la música popular latinoamericana.
Armonía:
Se corresponde con la utilizada en la música occidental.
Instrumentación:
Usa instrumentos de percusión cubanos popularizados desde los años veinte como
pailas o timbales, bongó, güiro cubano, cencerro, dos maracas y conga. Arsenio
Rodríguez se presentó como el primer músico en incorporar la conga o tambó a
las orquestas de baile.
Amén
de la percusión, la instrumentación se completa con piano, contrabajo (en
muchos casos bajo eléctrico), trompetas, saxofón, trombónes, flauta y violín.
La influencia del jazz afrocubano viene determinada por el arreglo aunque no es
una condición imprescindible en la salsa.